lunes, 8 de julio de 2013

Invertir en devaluarse en Twitter (Artículo)


Tomar el atajo de comprar seguidores puede costar más que la reputación

Por Norma Jiménez Montealegre 
www.eluniversal.com
29/04/12

En febrero de 2012 Twitter alcanzó la poderosa cifra de 500 millones de usuarios registrados, de los cuales aproximadamente 200 millones están activos. Se estima que diariamente se crean un millón de cuentas nuevas (11 por segundo) y se prevé que los ingresos publicitarios de la red social este año serán de 259 millones de dólares, de acuerdo The Social Skinny.

Con cifras tan tentadoras como estas, visionarios y emprendedores han detectado nichos para capitalizar el alcance de esta red social con modelos de negocios ingeniosos y legítimos. Otros tienen fines fraudulentos: La venta y el traspaso de seguidores.

Todo usuario de Twitter anhela tener un séquito virtual que lo lea, retuitee, haga menciones y #FollowFridays. En resumen, que interactúe con su cuenta... y si son muchos, mejor. Una cifra importante de seguidores es una meta que se alcanza siendo constante y acertado con los tuits.

Bien sea por falta paciencia o por intereses monetarios, algunos tuiteros incurren en la práctica poco honesta de abultar artificialmente su número de seguidores, sin percatarse de que están devaluando sus cuentas. 

Comprar "popularidad"

Billy Vaisberg, creador y director de Twven.com, ha logrado identificar varios métodos para aumentar el número de followers. Uno de ellos es la compra de cuentas: "Se paga y el vendedor garantiza determinada cantidad de seguidores en cierto período de tiempo 'sea quienes sean'", explica.

Es así como, por ejemplo, una cuenta en español que brinda un servicio local (eventos en una ciudad, reportes del clima o del tráfico, etc.) repentinamente tiene miles de seguidores radicados en Rusia, China, India y Europa del Este, con cuentas recién creadas y sin seguidores ni tuits enviados. Puede decir que tiene más seguidores que su competencia, pero se trata de un espejismo.

Otra práctica engañosa es comprar una cuenta con muchos seguidores, como las que se dedican a tuitear frases, chistes o consejos sobre sexo. Una vez acordada la venta, se cambia el nombre del usuario por el de la cuenta que quiere aparentar popularidad. Es así como los followers se ven repentinamente recibiendo tuits indeseados.

"Bajo los términos de Twitter no es legal vender cuentas, pero se hace", señala Vaisberg. Sin embargo, precisa que hay un número asignado por la red de microblogging que se mantiene incluso al cambiar el user.

Además, la clasificación de Twven.com -que lleva las estadísticas de 16.000 usuarios de Twitter en Venezuela- permite detectar estas irregularidades. Si la cuenta de un político, artista o producto aparece repentinamente en "Humor venezolano" o "Para adultos" en la posición que antes ocupaba un tuitero popular, seguramente hubo un cambio de user.

Con un par de clics y con algo de inversión se puede llegar al puesto uno del ránking, pero es como un velocista que consume esteroides: Puede llegar de primero a la meta, gritar que es el ganador y recibir el trofeo, pero no pasará el control antidopaje y, para entonces, ya habrá perdido su reputación. 

La trampa de la reciprocidad y el bombardeo

Un tercer método es el seguimiento agresivo de tantas cuentas como Twitter permita (1.000 por día) y esperar que sigan la cuenta por reciprocidad. Luego de horas o días se dejan de seguir las cuentas que no siguieron de vuelta. "Con eso se pueden conseguir unos 500 a 800 followers diarios", señala el director de Twven.com. 
Similar a este método está el popular 1x1: "Sígueme y te sigo", que si bien es legítimo, no necesariamente obedece al objetivo de tener una audiencia interesada por los tuits, sino más bien al deseo de aumentar los followers sin importar quién ni para qué.

Otros apuestan por la cantidad en lugar de la calidad: Entre más tuits envían más posibilidad existe de ser retuiteados y mayor probabilidad de aumentar los seguidores. Algunas veces emplean robots para tuitear y retuitear eternamente.

Si bien es cierto 55% de los usuarios de Twitter siguen nuevas cuentas al ver retuits o menciones, también lo es que 66% deja de seguir por tuitear mucho, 58% por recibir tuits programados y 47% por recibir el mismo mensaje muchas veces, de acuerdo WhiteFireSEO. Además, existe el doble de probabilidades de que los seguidores abandonen una cuenta por tuitear spam que por estar inactivo. 

¿Vale la pena el riesgo?

Al hacer una búsqueda en Internet sobre "compra de seguidores en Twitter" aparecerá un listado interminable de ofertas de paquetes de cuentas desde 100 hasta 50 mil y más. Pero también se despliega un abanico de artículos y post de especialistas en marketing dedicados a las redes sociales con una postura unánime: ¡No sirve de nada comprar seguidores!

Sebastián Jasminoy, articulista de PuroMarketing.com, lo describe como una discoteca en la que el community manager ha puesto maniquíes: Se ve llena, pero no se puede bailar, hablar o interactuar de ningún modo con ellos. Al final de la noche el total de las ventas es cero.

En redes sociales siempre es más valiosa la influencia que el número de seguidores: Calidad sobre cantidad. Quienes inflan artificialmente sus cuentas invierten en devaluarse, pues valen más 50 mil usuarios reales que 500 mil maniquíes.

Construir una comunidad no sólo requiere trabajo, paciencia e inteligencia, sino también de respeto a los seguidores para poder decir con integridad: ¡Soy el más seguido!


Fuente consultada:
http://www.eluniversal.com/vida/120429/invertir-en-devaluarse-en-twitter

Fuente de la imagen:
http://tweeterism.com/wp-content/uploads/2013/04/twitter-online-reputation.jpg






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