Por Alicia Hernández
Si hay algo importante en una empresa, más allá de ofrecer un producto o servicio de calidad, es mantener a sus empleados contentos. No sólo porque lo ideal en cualquier trabajo es tener un buen ambiente, que exista camaradería con los compañeros, algo esencial en realidad, ya que es, junto con nuestro hogar, el trabajo es el lugar donde más horas pasamos a lo largo del día. También es importante porque a corto y largo plazo, revierte en beneficios sobre la empresa.
¿Cómo así? Varios estudios apuntan que el grado de satisfacción de un empleado, así como el grado de integración en su trabajo, hacen que “se faje” más en su desempeño, lo que incide en la productividad y la fidelización de clientes.
Los empleados esperan de su empresa una serie de valores añadidos que les motiven personal y profesionalmente. Estas son algunas de las cosas que, según laboris.net, más se valoran: buen ambiente, liderazgo motivador o promoción interna. También es importante el sentimiento de pertenencia a la empresa, ya que el sentirse parte de algo hace que personalmente nos involucremos más e imprimamos más mística.
Aparte de los beneficios contemplados por las leyes del trabajo (descanso dominical, permisos por enfermedad y seguridad social, entre otros), existen nuevas formas de motivar al trabajador y que se implantan en empresas tan conocidas como Google. Pasan desde una hora de masaje semanal para sus empleados (preferiblemente el viernes, al final de la jornada), guarderias corporativas, sala de juegos (muy extendido en empresas que precisan de la creatividad de sus contratados) o una despensa en la oficina con todo tipo “chucherías” para picar entre horas. Puedes conocer algunos ejemplos más en CincoDias.com.
Pero si su empresa es pequeña y no puede permitirse inversiones tan grandes, bastarán solo algunas cosas simples para que sus empleados se sientan felices: preocuparse por ellos, tener buen humor y buen trato, hacerles partícipes de las decisiones tomadas y, sobre todo, recordar que hasta la cosa más seria puede decirse con una sonrisa.
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