domingo, 25 de marzo de 2012

"Propósitos de la Comunicación" David K. Berlo


Por Olberg Sanz.
www.olbergsanz.blogspot.com
25.03.12

¿Existe la intención de convencer a otros cuando se comunica, o sólo hay expresión sin un fin último? Esta premisa se desarrolla en la publicación Process of Communication: An Introduction to Theory and Practice (1960), del periodista norteamericano David Kenneth Berlo, su libro más conocido, en el que hace la exposición de sus modelos teóricos sobre la naturaleza psicológica de la comunicación.

Para el autor, se entienden dos propósitos en el proceso de comunicación: el consumatorio, cuyo mensaje del emisor culmina en la entrega del receptor sin un fin superior al comunicar una serie de códigos, y el instrumental, cuyo mensaje del emisor pretende provocar una acción o conducta posterior en quien lo recibe. Este último, resulta útil cuando se relaciona con las áreas de publicidad, propaganda y marketing, que dan a conocer o recordar ideas, bienes o servicios, e incluso, incentivar la aprobación o compra de éstos. Interesante perspectiva de análisis donde converge la comunicación con la psicología.


El "cómo" del propósito.

(...) Cualquier tipo de mensaje dado puede tener diversos propósitos Algunos es posible que sean altamente consumatorios y otros esencialmente instrumentales, y por ello tanto para la fuente como para el receptor. La intención de una obra de teatro puede ser la de querer producir en el público la respuesta "me gustó", y, al mismo tiempo, tener por objeto tratar la de modificar la futura conducta de los espectadores con respecto a temas sociales o políticos. El que asiste a un debate público lo hace porque disfruta de la poma de la situación y porque, al mismo tiempo tiempo, quiere obtener ciertas informaciones que habrán de ayudarle a tomar una decisión en la próxima elección. Cabe que un empleado festeje el chiste de su jefe porque le hizo gracia y también es posible que, al hacerlo, su intención sea la de conservar su puesto o la de que lo asciendan. (...)

Hemos hablado de dos dimensiones en el propósito de la comunicación. Primero es necesario determinar el verdadero "sujeto" del propósito. Tenemos que distinguir entre la comunicación, su receptor intencional y los receptores no intencionales que reciben el mensaje. Con respecto a cada uno de ellos es preciso preguntarse si su intención es al participar en la comunicación es, ante todo, afectarse a sí mismo o bien a otros, o ambas cosas a la vez. Antes de poder proseguir con cualquier tipo de análisis del propósito, esta pregunta exige una respuesta específica en cuanto a la conducta que el mensaje intenta producir.

En segundo lugar, nos hemos referido a la necesidad de colocar los propósitos en un continuum consumatorio-instrumental. Tanto los propósitos de la fuente como los del receptor pueden ser localizados a lo largo de este continuum. ¿Está satisfecho el propósito con la consumación del mensaje, o hay necesidad de que la conducta producida por éste sea utilizada más tarde como instrumento provocador de una conducta posterior?

Un problema sigue en pie: el de especificar las distintas clases de respuesta deseadas de las diversas clases de efectos perseguidos. Las categorías de respuesta tipo podrían incluir, claro está, todas las conductas accesibles al hombre. Este hecho torna sumamente difícil poder crear categorías que sean al mismo tiempo consistentes y útiles para describir la intención "comunicativa", pero es obvia la necesidad de que exista esta serie de categorías.


Fuente:
David Kenneth Berlo. (1960) El Proceso de la Comunicación:
Introducción a la teoría y a la práctica.
Páginas 10, 11, 12.


No hay comentarios:

Publicar un comentario